Opinión D

A raíz de la polémica sobre unas declaraciones mías referidas al transporte aéreo entre islas en las que me manifesté partidaria de pedir un incremento de hasta el 75% del descuento de residente en caso de que la llamada tarifa plana no obtuviera el visto bueno de la UE y que han provocado una serie de descalificaciones personales, a las que, por otra parte los partidos de izquierda minoritaria, ya me tienen acostumbrada.

El Consell Insular de Menorca ha aprobado el Presupuesto para 2017 con los votos en contra del Partido Popular al considerar que se trata de unas cuentas que ponen en riesgo la sostenibilidad de la administración a largo plazo, al aumentar el gasto corriente y personal, en cambio disminuye la partida de política social y se constata la nula capacidad reivindicativa para conseguir inversiones para Menorca y la falta de proyecto del actual equipo de gobierno.

Desde hace varios días la población de Ferreries cuenta con una infraestructura hidráulica que venía siendo reclamada por la población desde hace años: la nueva estación depuradora de aguas residuales. Esta obra pública hoy es una realidad.

El Ayuntamiento de Ciutadella está concediendo las licencias de obras con un retraso de unos cinco meses de media, aunque, bien es verdad, que hay muchos casos que están tardando siete y hasta nueve meses para recibir su licencia. “La situación del área de urbanismo del Ayuntamiento de Ciutadella es de caos total. Que después de un año y medio el concejal de urbanismo José López solo pueda decir que es ‘consciente del problema’, demuestra la falta total de diligencia y de implicación del equipo de izquierdas que mal gobierna nuestro municipio”, ha indicado el portavoz del grupo municipal del PP, Joan Benejam.

Queremos ser competitivos, queremos desestacionalizar, queremos ser más verdes, queremos que el campo no muera, pero qué hace la administración para propiciar esas mejoras, nada, eliminar todo lo que aprobó el PP, y sentarse a estudiar nuestro futuro, lo que viene a ser, parálisis por análisis, y aplicar la teoría del decrecimiento que tanto gusta a nuestros representantes menorquines.  De hacer poco, pero de deshacer…
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